El strip dance es uno de los bailes más osados de ShowMatch. Pero la osadía le jugó una mala pasada a Silvina Escudero y quedó con una pata en la sentencia. La de Matías Alé entró a la pista de baile utilizando un traje entallado y unos anteojos que pretendían dar un look intelectual a su escultural figura. Con su , y al ritmo de la música de Aerosmith, recreó el viejo cliché de película porno donde la secretaria termina a los revolcones con el jefe.
El broche de oro de la coreografía fue Escudero, de espalda en el escritorio, y su bailarín metiendo la cabeza entre sus pechos, pasando la lengua sin tapujos. A diferencia de otros bailes, en este no hubo stickers sobre los pezones para hacer un poco menos impúdica la escena.
Sin embargo, cuando todos pensaban que le escena cuasi triple X iba a llevarse los aplausos de todos, el jurado se inclinó por no premiar lo chabacano: con excepción de Ricardo Fort (que sabe tanto de baile como de motores de submarinos nucleares) los cuatro restantes la criticaron con dureza.
“Caiste en el cliché de abrir la boca para aparentar sensualidad”, comenzó Graciela Alfano. “Para la de estos bailarines, no tuvo nada de sexy”, sentenció Pachano. “Estuvo correcto, pero esperaba algo que me impactara más”, afirmó Reina Reech.
Pero para el final quedó la sentencia más cruel: la de Moria Casan. Afilando su lengua y dejando a su Cristobal a un costado para que no se espante, arrancó: “No me gustó nada. Me pareció una porno ambulante. Yo soy cero prejuicio, pero no me transmitió nada, sólo como si estuviera en un lugar nocturno donde las chicas levantan copas”.
De poco le sirvió a la ex de Alé mostrar sus atributos y dejar que su bailarín meta su cabeza entre ellos. Terminó llevándose 30 puntos la defensora del título del Bailando 2009 y seguramente terminarán sentenciados.